Days Gone Remastered: una segunda oportunidad en la ruta del apocalipsis
Bend Studio vuelve a poner su apuesta sobre la mesa con Days Gone Remastered, una versión mejorada del juego de mundo abierto que, en su estreno original de 2019, no logró conquistar a todos… pero con el tiempo se ganó el corazón de muchos jugadores. Esta remasterización para PS5 y PC no busca reinventar la rueda, pero sí darle al juego la presentación técnica que siempre mereció.
Si alguna vez pensaste que Days Gone fue injustamente subestimado, esta versión tiene un claro mensaje: Deacon St. John no ha dicho su última palabra.
Lo bueno se mantiene, lo técnico mejora
Days Gone Remastered conserva toda la estructura narrativa y jugable del original, con mejoras visuales significativas: resolución en 4K, 60 fps estables, texturas más nítidas, distancia de dibujado ampliada y tiempos de carga prácticamente inexistentes.
La ambientación —uno de los puntos más fuertes del juego— se ve beneficiada por estos retoques: los bosques del noroeste estadounidense, las tormentas repentinas y los atardeceres apocalípticos ganan una nueva vida en esta edición. La mejora no es radical como en un remake, pero sí suficiente como para hacer sentir el juego más fluido, estable y moderno.
Una historia de pérdida, amor y hordas
La narrativa sigue centrada en Deacon St. John, un ex motoquero convertido en cazarrecompensas en un mundo devastado por una pandemia. Su viaje es tanto físico como emocional, atravesando territorios plagados de “freakers” (infectados), bandas hostiles y recuerdos de su vida antes del colapso.
La historia se toma su tiempo en arrancar, pero una vez que entra en ritmo, logra desarrollar vínculos y motivaciones con más profundidad que muchos juegos del género. Days Gone Remastered no es solo sobre sobrevivir: es sobre aferrarse a algo cuando todo lo demás se ha perdido.
Jugabilidad: rutina con momentos brillantes
El gameplay combina exploración en moto, sigilo, crafting y combate contra humanos y freakers. Aunque la estructura de misiones puede volverse algo repetitiva, el sistema de hordas —decenas o cientos de enemigos que te persiguen sin descanso— sigue siendo uno de los momentos más intensos y memorables de la generación pasada.
La inteligencia artificial no fue reformulada, y algunas animaciones o colisiones todavía muestran la edad del juego. Sin embargo, la respuesta del control es más precisa gracias a los 60 fps y al soporte para el DualSense (en PS5), lo cual suma inmersión.
Apartado sonoro y ambientación
La música sigue siendo uno de los puntos altos: tonos melancólicos con guitarras acústicas que encajan perfecto con la narrativa emocional. Los efectos de sonido mejoran con audio 3D, y la dirección de voces (especialmente la de Sam Witwer como Deacon) continúa siendo convincente.
Days Gone Remastered no reescribe la historia del original, pero sí le da una segunda vida más pulida, más justa y más disfrutable. Para quienes nunca lo jugaron, es la versión ideal. Para los que lo terminaron en su momento, puede no ser un “must”, pero sí una excusa válida para volver a recorrer los caminos rotos de Oregon.
No corrige todos los problemas del original, pero sí los disimula lo suficiente como para que la experiencia sea más consistente y atractiva. Y si sos de los que siempre bancaron a Days Gone… ahora tenés razones para sentirte reivindicado.
