Elden Ring: un viaje épico por las Tierras Intermedias

Desde su lanzamiento en 2022, Elden Ring se convirtió en un fenómeno que redefinió el género de los mundos abiertos. Con la firma de FromSoftware y la narrativa oscura de Hidetaka Miyazaki, el juego combina la brutalidad de Dark Souls con una libertad inédita en la saga.
Hoy repasamos sus primeros compases a través de gameplay en PlayStation 5, con imágenes y videos que muestran desde la intro cinemática hasta los combates iniciales contra jefes inolvidables.
Este video corresponde a la introducción oficial de Elden Ring, desarrollado por FromSoftware y publicado por Bandai Namco Entertainment. Grabado en PlayStation 5 en idioma inglés con subtítulos en español. Todos los derechos de personajes, nombres, imágenes y sonidos pertenecen a sus respectivos propietarios. El contenido se comparte con fines informativos y editoriales en el sitio Play is Life.
Un comienzo cargado de mística
La introducción del juego nos sumerge en la caída del Círculo de Elden y en el nacimiento de los Tiznados, guerreros destinados a reclamar lo que una vez fue perdido. Narrada en inglés con subtítulos en español, la cinemática inicial marca el tono: un mundo roto, criaturas de pesadilla y un destino incierto.
Historia y ambientación ampliada
Las Tierras Intermedias no solo impresionan por su escala, sino también por su densidad narrativa. Cada región —Limgrave, Liurnia, Caelid, Mt. Gelmir— posee identidad y misiones secundarias que expanden el mito del Elden Ring. Hay castillos olvidados, lugares sagrados y biomas extremos que cuentan historias sin usar una sola línea de texto explicativa. Esa narrativa fragmentada se reconstruye con observación, y se siente auténtica.
La narrativa de Elden Ring se expandió más tarde con la llegada de Shadow of the Erdtree, una expansión que llevó a los Tiznados al Reino de la Sombra y profundizó en los misterios de Miquella. Esa conexión directa entre juego base y DLC demuestra cómo FromSoftware construye mundos pensados para crecer en complejidad.
El despertar del Tiznado
El jugador toma el control del Tiznado en un inicio marcado por la fragilidad. El primer encuentro con el Vástago Injertado es casi una sentencia de derrota, pero también una declaración de principios: en Elden Ring la muerte es parte del aprendizaje.
Luego de la caída al vacío, aparece Melina, un personaje enigmático que nos ofrece un pacto. A cambio, nos concede la ayuda del corcel espectral Torrent, clave para explorar el vasto mundo que se abre ante nosotros: Limgrave.
Los primeros grandes desafíos
La aventura rápidamente enfrenta al jugador con dos jefes que se convierten en símbolos del inicio:
El Centinela Arbóreo: un jefe de mundo opcional, pero imposible de ignorar. Su sola presencia intimida, y derrotarlo se siente como conquistar un imposible al comienzo de la partida.
Margit, el Augurio Caído: un guardián brutal en el camino hacia el Castillo de Velo Tormentoso. Su combate exige reflejos, paciencia y estrategia, y marca el primer gran muro que separa a los curiosos de los verdaderos aventureros.
Ambos encuentros condensan la filosofía de FromSoftware: castigo y recompensa, frustración y gloria.
Un mundo abierto distinto a todo
Lo que diferencia a Elden Ring no es solo su dificultad, sino su diseño de mundo abierto. Las Tierras Intermedias no están llenas de íconos o marcadores artificiales: se guían por la curiosidad del jugador. Cada colina, cada cueva, cada castillo invita a explorar con la promesa de un secreto o un enemigo aterrador.
El resultado es una experiencia que mezcla libertad absoluta con una narrativa fragmentada que el jugador reconstruye a través de pistas, diálogos y descripciones.

La dificultad de los bosses como marca registrada
La ferocidad de ciertos combates recuerda inevitablemente a lo visto en Bloodborne, otro clásico de FromSoftware que apostó por la agresividad y el riesgo constante. Nightreign y el propio Elden Ring toman parte de esa filosofía y la trasladan al mundo abierto.
En Elden Ring, cada jefe es un examen de resistencia, reflejos y paciencia. Desde enemigos de campo que sorprenden en los primeros pasos, hasta combates que ya son parte de la historia gamer —como el legendario duelo contra Malenia, Espada de Miquella—, la dificultad se convierte en un motor de la experiencia.
Lo interesante es que ningún enfrentamiento se siente igual: algunos exigen precisión milimétrica, otros castigan la impaciencia con combos demoledores, y varios obligan a replantear el estilo de juego completo. Esta diversidad hace que cada victoria se sienta única, cargada de orgullo y satisfacción.
Más que frustrar, la dureza de los bosses funciona como narrativa silenciosa: Elden Ring te recuerda constantemente que en las Tierras Intermedias nada se regala, y que cada logro se gana con esfuerzo.

Sistema de progresión y builds
La personalización del personaje es profunda. Elden Ring permite experimentar con cientos de armas, desde espadas colosales hasta bastones mágicos, combinadas con hechizos, invocaciones fantasmales y talismanes que redefinen el estilo de combate. Este equilibrio entre fuerza bruta y flexibilidad táctica es una seña de identidad, y lo convierte en un juego que pueden explorar tanto los amantes del cuerpo a cuerpo como los fans del sigilo o la magia pura.
Ese mismo espíritu de experimentación se ve reflejado en Nightreign, la expansión más reciente, donde FromSoftware amplió las posibilidades de builds con nuevas clases, armas y mecánicas que redefinieron el combate. Elden Ring no se quedó quieto: evolucionó con cada contenido adicional.
Lo que no en las tierras intermedias
Si bien Elden Ring es considerado una obra maestra, no está exento de críticas. Algunos jugadores encuentran la curva de dificultad demasiado abrupta, especialmente en los primeros jefes. Otros señalan que, a pesar de la grandeza del mundo, ciertos segmentos pueden sentirse vacíos.
Sin embargo, son detalles menores en comparación con la magnitud de lo que ofrece: un viaje desafiante, hermoso y adictivo que se disfruta tanto en solitario como con ayuda online.

Comparativa sin repetir título
Si bien la saga Souls ya era sinónimo de desafío, Elden Ring reinventó el género desde su núcleo: ofreció un vasto mundo abierto libre de marcadores invasivos, con una sensación de exploración que títulos anteriores solo insinuaban. Su contribución está en abrir ese mundo a descubrimiento genuino, donde cada colina, cada cueva y cada torre invitan a un misterio oculto o una pelea épica.
Recepción y legado cultural
El impacto cultural de Elden Ring también se alimenta de su herencia: juegos como Dark Souls Remastered siguen marcando a nuevas generaciones de jugadores, y Elden Ring supo recoger ese legado para llevarlo a una escala inédita. No es solo un éxito aislado, sino la culminación de más de una década de diseño.
El fenómeno Elden Ring trascendió el gaming. Con millones de jugadores, resonó en Twitch, memes, arte fan y contenido viral. Hasta hoy, los desafíos como “beat Malenia with no hit” siguen dominando comunidades completas, demostrando que no fue solo un juego, sino una cultura en sí misma.

build final
No es casual que Elden Ring sea ya un clásico moderno. Combine libertad, misterio y un desafío brutal, respetando al jugador sin ceder su identidad. Puede resultar intimidante para novatos, pero cada paso en las Tierras Intermedias vale la pena. Y lo mejor: es solo el comienzo de una saga que aún tiene secretos por revelar.
Elden Ring no es sólo un videojuego: es una prueba de paciencia, un ejercicio de exploración y una obra de arte interactiva. Desde la intro hasta los combates contra Margit o el Centinela Arbóreo, cada paso refuerza la sensación de estar dentro de una epopeya oscura e inolvidable.
Un título imprescindible para quienes buscan emociones fuertes, y un nuevo estándar para lo que significa un mundo abierto.
Escrito por Nicolás — fundador y editor de Play is Life. Gamer apasionado por shooters y RPGs, con años creando contenido editorial y guías prácticas. En Play is Life combinamos análisis, opinión y trucos para que disfrutes cada juego al máximo.