Indiana Jones and the Great Circle: el látigo volvió a sonar fuerte
Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, Indiana Jones vuelve al gaming con una entrega que no se conforma con homenajear el pasado: The Great Circle llega para marcar su propio rumbo, ofreciendo una mezcla impecable entre acción clásica, puzzles inteligentes y narrativa cinematográfica. Este título de MachineGames, editado por Bethesda, demuestra que aún se pueden hacer aventuras con alma… y con látigo en mano.
Disponible en Xbox Series X|S, PC y, más recientemente, en PS5, el juego se mete directo en la conversación de lo mejor del año.
Una historia entre películas, pero con pulso propio
La trama se sitúa entre Los Cazadores del Arca Perdida y La Última Cruzada, en una época donde Indy ya es leyenda, pero todavía tiene heridas por abrir. El arqueólogo se ve envuelto en una investigación global que conecta ruinas, símbolos y civilizaciones antiguas con un misterio mayor: el enigmático “Gran Círculo”.

Desde templos ocultos en Asia hasta cámaras secretas en el Vaticano, el juego te hace sentir parte de una película de aventuras en todo momento, con transiciones suaves entre gameplay y cinemáticas, y con un ritmo que no te suelta.
Exploración, sigilo y combate a tu manera
Lo mejor de The Great Circle es que no fuerza la acción: te deja elegir cómo avanzar. ¿Querés entrar a los tiros? Podés. ¿Preferís usar el sigilo y el entorno? Perfecto. ¿Sos fan del látigo? Vas a encontrar muchos motivos para usarlo: desde desarmar enemigos hasta balancearte entre ruinas derrumbadas.
El diseño de niveles tiene ADN de MachineGames (sí, los de Wolfenstein), lo cual se nota en los detalles, en los secretos y en esa sensación de estar dentro de un espacio pensado para que lo recorras, lo investigues… y lo domines.

Puzzles como en los viejos tiempos
Si hay algo que los fanáticos de Indiana Jones siempre valoraron fue el placer de resolver enigmas en escenarios históricos. The Great Circle no solo respeta esa tradición: la amplifica. Nada de puzles genéricos o trivias artificiales: acá los desafíos están profundamente integrados en la narrativa y el diseño de los escenarios.
Desde interpretar inscripciones milenarias en una cámara funeraria escondida en Nepal, hasta girar estatuas y espejos para alinear constelaciones antiguas, cada puzzle te hace sentir parte de una búsqueda arqueológica real. No hay un solo acertijo que esté puesto porque sí: todo responde a la lógica del lugar, del tiempo y del misterio que estás desentrañando.
Además, el juego evita el sobreuso de ayudas visuales o “destellos mágicos”. Tendrás que leer documentos, revisar tus notas y, a veces, detenerte a pensar como un verdadero arqueólogo. Esa sensación de “¡ah, era por acá!” cuando todo encaja no solo es gratificante: es un homenaje moderno a los juegos de aventura más clásicos.
En Play is Life lo celebramos: los puzzles no interrumpen la aventura, la enriquecen.
Un nuevo Indy que funciona sorprendentemente bien
Aunque Harrison Ford no pone la voz, el trabajo de Troy Baker es de lo mejor de su carrera. No lo imita: lo reinterpreta. Logra ese equilibrio entre el sarcasmo, la inteligencia y la vulnerabilidad que hacen de Indy un personaje tan querido.

Visualmente, el juego cumple con creces, y aunque no rompe techos técnicos, sí ofrece una dirección artística cuidada y una banda sonora que remezcla los clásicos de John Williams con nuevas composiciones cargadas de épica.
Un juego que sabe lo que es la aventura
Indiana Jones and the Great Circle es todo lo que uno esperaba (y más): no busca revolucionar el género, pero sí devolverle el encanto que muchos juegos modernos olvidaron. Ideal para fans de siempre, perfecto para nuevas generaciones.
En Play is Life lo decimos sin dudar: esto no es solo fan service. Es una verdadera aventura digna del sombrero.