Until Dawn Remastered: el regreso de una pesadilla inolvidable con más brillo, sombras… y secretos
Blackwood Mountain como nunca la viste
Desde la primera escena, es evidente que esto no es solo una “mano de pintura”. Until Dawn Remastered fue reconstruido visual y acústicamente para las consolas de nueva generación. Cada rincón de la montaña, cada sombra en la cabaña, cada reflejo en la nieve, se ven y se sienten más reales, más amenazantes.
El motor Unreal Engine 5 permite nuevos efectos de luz dinámica, ray tracing, partículas flotando en el aire, y una ambientación sonora rediseñada que potencia la claustrofobia y el aislamiento.
En lugar de apostar por una reinvención total, esta edición reafirma su esencia cinematográfica, pero con una inmersión visual y auditiva mucho más envolvente.
¿Remake o remaster? Un punto medio interesante
Técnicamente, esto es un remaster, pero con elementos de remake. Si bien no se reescribió la historia, ni se regrabaron las actuaciones originales (Rami Malek, Hayden Panettiere y compañía), sí se modificaron ciertos momentos narrativos:
- Se añadió un prólogo extendido con mayor desarrollo de los personajes antes de llegar a la montaña.
- Hay nuevos coleccionables, incluyendo una categoría de "Hunger Totems", que agregan contexto a los eventos que se desarrollan más adelante.
- Se introdujo una escena final alternativa, solo visible bajo ciertas condiciones, que algunos fans interpretan como un guiño a una posible secuela.
Estas decisiones mantienen a los fans atentos, incluso si conocen de memoria cada giro del juego original.
Jugabilidad más pulida y menos frustrante
La jugabilidad no ha cambiado drásticamente, pero sí ha sido ajustada con inteligencia. Lo más notable:
- Se suma una cámara dinámica sobre el hombro en momentos de exploración, que alterna con los clásicos planos fijos cuando conviene al suspenso. Esta combinación logra mantener la identidad del juego original, pero con una fluidez moderna.
- Los famosos desafíos de "No te muevas" (que en PS4 usaban el giroscopio del DualShock) ahora tienen métodos alternativos para mandos sin sensor, como presionar el touchpad con precisión o mantener pulsado un botón con timing exacto.
- Se mejoraron los tiempos de carga, la sensibilidad en los QTEs, y se afinó la detección de decisiones en momentos clave, donde el mínimo error antes podía arruinar todo.
Además, hay opciones de accesibilidad más amplias, que permiten personalizar la velocidad de los QTE, aplicar contrastes, modificar subtítulos y ajustar el audio según la sensibilidad auditiva del jugador.
Sonido para erizarte la piel
Otro gran acierto es el trabajo sonoro. La banda sonora original de Jason Graves se mantiene intacta, pero los efectos de sonido fueron completamente regrabados y rediseñados. El crujir de la madera, los aullidos lejanos, el viento chocando contra los ventanales… todo suena más orgánico y amenazante, especialmente si usás auriculares o sistemas de sonido envolvente.
También se mejoró la mezcla de voces, que en el original a veces quedaban bajas o saturadas en escenas de mucho caos. Acá cada grito, susurro o palabra desesperada suena como debe.
Decisiones que aún pesan
El núcleo del juego —tomar decisiones que afectan el destino de todos— sigue siendo la base. Y aunque la historia ya no sorprende como en 2015, su estructura todavía se siente fresca.
Revivir esos momentos con gráficos actuales es, en muchos casos, aún más fuerte emocionalmente. Ver el miedo en los ojos de los personajes, notar el temblor en sus manos, y saber que un clic mal hecho puede terminar con su vida… es tan eficaz hoy como lo fue hace nueve años.
Para quién es esta versión
- Para quienes nunca jugaron Until Dawn, esta es la forma definitiva de hacerlo.
- Para quienes lo amaron en 2015, el remaster ofrece una experiencia renovada y con mejor ritmo.
- Para los más exigentes, quizás no sea un cambio tan radical, pero sí una excelente excusa para revivir el viaje... o para mostrarle a alguien más lo que es tomar malas decisiones con estilo.
